Escrito por Nicole Loynaz
Todos tenemos una caja de Pandora de recuerdos ocultos, vivencias, sensaciones, experiencias que hemos dejado en la cajita del pasado. Muchas veces con la intención de no volverla abrir nunca más, confiamos en el olvido. Nos conformamos con el “olvidar, soltar y seguir adelante”. ¿Por qué detenernos en situaciones que ya pasaron y que no vienen al caso hoy en día supuestamente? La frase que se escucha coloquialmente es, ¿para qué revolcar el pasado?
¿Será que el “dejarlo atrás” funciona tan efectivamente? ¿Será que podemos vivir libres de nuestro pasado con solo el hecho de no mencionarlo? ¿Qué pasa con toda esa información en el baúl del pasado? ¿Qué pasa con todas esas marcas? ¿Si olvido, desaparecen?
Esas marcas quedan, conforman nuestra historia, son parte de lo que somos hoy y han forjado nuestra percepción. Podríamos ir un paso más allá y decir que esas marcas nos viven, se manifiestan en nuestros actos, palabras, decisiones. Lo oculto se manifiesta ocultamente y muchas veces repetimos escenas que no deseamos repetir y nos preguntamos: ¿Por qué nos pasa lo que nos pasa? Pero pensamos que el pasado es mejor no recordarlo.
Prestar cuidado al pasado, puede que resuelva el presente.
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