Escrito por Isabel Garbanzo
Diciembre trae consigo la navidad, el año nuevo, es un mes muy emotivo por lo que tiende a generar en nosotros emociones encontradas. Mientras que para algún diciembre representa ternura, solidaridad, ilusión, alegría y diversión con la familia o amigos, para otros significa soledad, angustia, tristeza y depresión por aquello que fue o no fue.
El malestar que para algunos genera este mes tan particular se refleja en los comentarios “para mi navidad es igual que cualquier otra fecha, podría acostarme el 23 y despertar el 02 de enero”, o sea, cuando toda la emotividad haya pasado y se vuelva a la calma emocional.
Estas sensaciones bien pueden ser generadas por la pérdida de seres queridos, es su recuerdo lo que causa tristeza y llanto en la cena de navidad o en el brindis de año nuevo. También toca profundamente la separación de la pareja, la perdida del trabajo, conflictos familiares, seres queridos viviendo lejos, entre otras muchas circunstancias.
Conforme nos acercamos al final del año, también surge la revisión de las metas que nos propusimos en enero. En este año tan particular, probablemente muchas de ellas fueron difíciles e incluso imposibles de lograr, pero la verdad es ¿Qué no ha sido difícil para muchos en este año?
Siempre ayuda tener presente que no son los hechos del exterior los que nos ponen tristes o felices, sino más bien la interpretación que tenemos acerca de esas situaciones. Esto significa que si nuestros pensamientos son negativos o estamos enfocados siempre en lo que NO logramos, evidentemente el balance de fin de año será negativo porque dejamos de lado el reconocer lo positivo que si vivimos. Si por el contrario vivimos desde el agradecimiento, veremos con gratitud las diferentes experiencias y aprendizajes vividos a lo largo del año, enfocados en lo que SI logramos.
La crisis sanitaria y económica en que vivimos este año, nos ha permitido a muchos poner en la balanza lo realmente valioso, eso con que contamos que no es posible comprar con dinero, la vida – muchos no llegaron a ver diciembre, la salud – en momentos que hay miles de hospitalizados a causa del virus, la familia – esa que esta ahí en las buenas y en las no tan buenas, los amigos – esos que son tu red de apoyo en momentos difíciles, la esperanza-esa que dice que las dificultades no son eternas.
Diciembre es diciembre y vivirlo desde el agradecimiento siempre será una muy buena elección.
psicóloga – psicoanalista y consultora de RRHH para pequeñas empresas
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