Por Etty Kaufmann Kappari
“Me da miedo volver a clases”, eso me dijo un muchacho de 13. Volver al cole después de estar en casa durante un año lectivo completo no va a ser nada fácil para una parte importante del estudiantado. Sobre todo, para quienes están en transición de primaria a secundaria o para quienes cursaron sétimo durante la pandemia.
Esta situación se podría pensar en los siguientes términos: quienes van para sétimo en este curso lectivo 2021 habrán brincado de quinto a sétimo. O que quienes cursaron sétimo el año pasado, habrán saltado de sexto a octavo.
Esta pausa de un año lectivo no se salta sin consecuencias. Sobre todo, durante la adolescencia que el trabajo emocional que deben hacer las muchachas y los muchachos es arduo, complejo y con alguna frecuencia, doloroso.
La estatura, la aparición de vellos, los dolores de crecimiento, los ciclos menstruales, las poluciones nocturnas. También, los nuevos olores, las espinillas, el bigote, las protuberancias genitales. Un nuevo cuerpo que ven con sorpresa y que les produce ansiedad.
Cambia, todo cambia vertiginosamente.
Ese cuerpo desconocido que descubren ante el espejo cambia tan rápido que sus mentes deben acelerar también. Lo que sienten y piensan es mucho y nuevo.
No podemos olvidar que la transición adolescente es como una revolución e implica, al menos, cuatro pasajes:
1. Del cuerpo de la niñez al cuerpo adulto
2. De la primaria a la secundaria
3. Del pensamiento concreto al pensamiento abstracto
4. De la dependencia a la autonomía
De estos pasajes, inevitablemente, surgen dudas, preguntas, inquietudes que necesitan resolver en lo social porque soportar tanto cambio en soledad puede dar miedo y tristeza. No es poca cosa lo que tienen que procesar las personas adolescentes, por eso lo hacen con sus pares en el cole.
Pero con la pandemia, lo social quedó en pausa. No sabemos los efectos que esto tendrá en el estudiantado todavía. Deberemos estudiar esto más a fondo.
Lo que sí podemos pensar es cómo se regresará al colegio. Cómo se desarrollarán los procesos de atención a la transición de sexto a sétimo y de sétimo a octavo no solo porque llevan un año de pausa, sino y sobre todo, porque en estos pasajes se presentan mayores índices de exclusión estudiantil, mayor repitencia y riesgo socioemocional (cutting, bullying, cyberbullying, desórdenes alimenticios, entre otros).
Ante la situación de pandemia, podemos cometer el error de solo mirar el cumplimiento de los protocolos sanitarios o los programas de estudio. Sin embargo, no podemos dejar de lado también el acompañamiento a quienes están pasando por un momento de vida tan complejo y tan importante como la adolescencia.
Existen estrategias concretas y eficaces para atender la transición entre niveles. Es solo tomar la decisión de incluirlas en el programa de regreso a clases. Harán la diferencia.
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