Escrito por Isabel Garbanzo
El exceso de malas noticias que nos recetan los medios de comunicación y las redes sociales nos lleva muy fácilmente a caer en la tentación de la queja, de mirar solo el lado negro de las cosas. ¿Has visto un noticiero lleno de noticias esperanzadoras, notas positivas, alegres, historias de esfuerzos y triunfos? Las noticias negativas venden, por eso nos bombardean todos los días con el pesimismo, la negatividad.
¿Cuál es tu discurso diario? ¿Estas lleno de optimismo o de pesimismo? ¿Tus comentarios son alentadores, llenos de esperanza, de buenas energías? ¿Cuántas veces te has quejado hoy? ¿Cuántas veces has suspirado de agradecimiento hoy? ¿Has considerado que cualquier cosa que te suceda, incluso algo malo, quizá podría traer algo positivo?
La verdad es que la vida no es solo cosas negativas, tampoco es solo cosas positivas, hay una combinación de ambas, en ocasiones la balanza se inclina más hacia un lado que hacia el otro. Y entonces, a veces vives una serie de “rachas” en donde casi todo sale mal. En medio de estas “rachas” lo mejor que uno puede hacer es esperar a que todo se aclare. Preguntarte si tu mundo es uno “amigable” o “amenazador”, la respuesta que te des definitivamente incidirá en tu vida.
No es magia, pero si uno elige agradecer por todo (incluido lo no tan bueno) y ver el lado positivo de las cosas, decirse, vez tras vez, en medio de una “racha”, que todo va a estar bien, que las crisis no son eternas, seguramente la pasaras mejor. Vivir desde el agradecimiento permitirá que la angustia, el temor y la incertidumbre abran paso a la fe y la esperanza que vendrán tiempos mejores.
Un ejercicio bastante efectivo para salir del pesimismo y la negatividad es todas las noches, antes de ir a dormir, hacer mentalmente una lista de todas las bendiciones que recibiste en ese día. Al principio probablemente te será difícil, porque estamos con el “chip” del pesimismo y la “quejadera”. Pero si lo piensas, entre otras bendiciones del día seguramente encontrarás que:
· Estas vivo.
· Tienes salud.
· Tienes una familia a tu lado.
· Un techo que te cobija.
· Alimento en tu mesa.
· Contemplaste la luz del sol, el azul del cielo, las coposas y blancas nubes.
· Sentiste en tus mejillas la suave y cálida brisa, tan particular de estos días de diciembre.
· Seguramente viste alguna hermosa mariposa. Si no, observa bien, seguramente la verás mañana.
· Los bellos colores de una avecilla.
· Las tonalidades de una bella flor.
· El verde de nuestras montañas.
Y así podría seguir dándote ejemplos de cosas por las que podrías agradecer al final de un día. Empieza este ritual de agradecimiento y verás como noche a noche tendrás mas cosas por las cuales agradecer.
Este año no ha sido nada fácil para muchos y las malas noticias hacen que uno pase tanto tiempo preocupado que no se recuerda cómo es ser feliz, y deja de lado el agradecimiento…Si sientes que todo parece ir en contra tuyo, o que muchas cosas no tienen sentido…detente, date un respiro y busca un par de cosas por las que puedes sentir gratitud…verás que poco a poco éstas se multiplican.
psicóloga – psicoanalista y consultora de RRHH para pequeñas empresas
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