Escrito por Nora Irene Borenstein
La pandemia continúa. Se hace largo el tiempo de aislamiento. Todo debe ser con la burbuja, en espacios abiertos, distancia social y barbijos. No nos tocamos, si acaso chocamos los codos.
En mi práctica profesional lo que más escucho de adultos mayores son los sufrimientos por la falta de contacto. Un médico en Argentina lo llamó hambre de piel. Me pareció muy acertado. Fundamentalmente padres de hijos grandes que viven lejos de sus vástagos son los que más me han manifestado ese estado “nutricional”.
Hay un tiempo en la vida donde los padres somos indispensables. Los niños nos necesitan para poder criarse. A cierta edad esta situación se da vuelta y somos los padres los que necesitamos de ellos: contacto, demostración de cariño escucha y en algunos casos apoyo.
En el día a día los jóvenes ya crecidos están muy ocupados. Pasó la época donde todos vivían en el mismo predio o muy cerquita. Cada uno está en lo suyo.
Muchas madres, más que padres- las mujeres suelen tener más posibilidades de expresar el sufrimiento - durante esta pandemia se deprimieron. No solamente tuvieron que conformarse con la virtualidad, en el mejor de los casos, sino que también perdieron sus actividades recreativas o formativas , que en el caso de personas pensionadas cumplen un papel fundamental . Comenzaron a experimentar desgano, aburrimiento, o mucho sueño o poco sueño, problemas gástricos, entre otros, todas manifestaciones , se llaman larvadas, de una depresión.
Cómo podemos ayudar los psicoterapeutas a llevar mejor esta situación. En primer lugar dando un espacio para escuchar las quejas. Permitiendo que comprendan que no están siendo víctimas del desamor familiar sino de por lo menos tres cuestiones: Una, la pandemia, dos los roles que cambiaron y tercero que cuando surge un estado depresivo este acontece por un hecho actual de una pérdida, real o fantaseada, que a su vez actualiza sufrimientos más antiguos que no han sido elaborados y que son necesarios revisar para de una vez poder dejarlos en el pasado.